No hay edad para ver mal: Reduciendo el impacto de la degeneración macular
Una vez que la degeneración macular seca alcanza la etapa avanzada, ningún tipo de tratamiento puede prevenir la pérdida de visión. Sin embargo, varios estudios han encontrado que si se toma una formulación específica de antioxidantes y zinc, se reduce considerablemente el riesgo de la degeneración macular avanzada y de la pérdida de visión.
La única forma de detectar de manera oportuna la degeneración macular, es con exámenes periódicos por parte de médico oftalmólogo. Por eso se recomienda que después de los 50 años, se realice una evaluación anual de la retina con exámenes especiales ya que con ellos puede diagnosticar de manera oportuna, el daño o el riesgo de daño de la mácula.
No se debe esperar a presentar los síntomas de la degeneración macular, dado que si el diagnóstico no se hace a tiempo puede ser muy difícil evitar un daño visual severo y definitivo.
Varios estudios han encontrado que si se toma una formulación específica de antioxidantes y zinc, se reduce considerablemente el riesgo de la degeneración macular avanzada y de la pérdida de visión asociada, demorando el progreso de la etapa intermedia a la etapa avanzada. De esta manera se puede salvar la visión de muchas personas.
Además las personas con un mayor riesgo de desarrollar una etapa tardía de la degeneración macular, y que mantienen un suplemento dietético de vitamina C, E, luteína y zeaxantina, conjuntamente con zinc y cobre, pueden reducir el riesgo de que la enfermedad progrese a etapas avanzadas.
Cabe recordar que los suplementos vitamínicos no son una cura para esta enfermedad, ni devuelven la visión que se ha perdido por su causa. Sin embargo, puede demorar el desarrollo de la etapa avanzada y puede ayudar a preservar la visión de las personas con un riesgo alto de desarrollar la degeneración macular avanzada.
En el caso de la degeneración macular húmeda, puede ser tratada con cirugía láser, terapia fotodinámica e inyecciones en el ojo o intravítreas de medicamentos. Ninguno de estos tratamientos cura la degeneración macular húmeda, pero logran disminuir de manera muy importante su impacto en el nivel de discapacidad en la mayoría de los casos. La enfermedad y la pérdida de visión pueden progresar aun cuando se recibe tratamiento.
Su estilo de vida también puede contribuir a reducir su riesgo de desarrollar degeneración macular. Consuma una dieta saludable que contenga vegetales de hojas verdes y pescado, no fume, mantenga su presión sanguínea normal, controle su peso, haga ejercicio y utilice gafas con la adecuada protección ultravioleta. Lo más importante acuda al especialista periódicamente para realizar oportunamente el diagnóstico y tratamiento adecuados.